UPon conversación #2 con La Escuela___ (América Latina) y Colectiva Habitaria
Pedagogías radicales para una ciudad abierta, colectiva y feminista! (ES)
fecha de grabación: 09.12.2022
UPon: Oficialmente les doy la bienvenida. Empecemos con una presentación breve de Colectiva Habitaria y LA ESCUELA___.
Victor – CH: Nuestro inicio como Colectiva Habitaria tiene que ver con la idea de una ciudad abierta, colectiva y feminista; es en lo que apostamos y a lo que nos dedicamos y a lo que le queremos dar la vuelta desde esta pedagogía radical. Nosotres nos conocimos siendo docentes en un espacio académico particular de la última materia proyectual de la carrera de Arquitectura de la Universidad de Buenos Aires, donde impartíamos vivienda colectiva como tema de proyecto. Nos interesa muchísimo la vivienda colectiva como motor traccionador de las transformaciones posibles de la sociedad.
En 2015 hubo un movimiento muy fuerte feminista en Buenos Aires, la Marea Verde, que empezó con Ni una Menos y llevó hasta la aprobación de la Ley de Interrupción Voluntaria del Embarazo. Fue muy importante en el país. En ese contexto veíamos a muchas chicas y muchos chicos que llegaban con los pañuelos verdes al aula y que tenían mucho interés en desarrollar esos temas en arquitectura. Pero, en realidad, había también mucho bloqueo con estos temas y después, cuando hacían proyectos de vivienda, eran muy normativos. Entonces sentíamos que había una dificultad en poder transformar las cosas, en repensarlas y que la dificultad partía también del cuerpo docente, que no tenía herramientas para poder abrazar a esas nuevas temáticas. Nosotras nos dimos cuenta que teníamos que crear instrumentos y herramientas para poder desarrollar nuestro trabajo; que era nuestra responsabilidad como docentes dar la posibilidad de que esos temas se desarrollaran. Entonces el inicio de Habitaria fue la construcción de herramientas dentro de la academia para intentar encontrar un espacio desde el que hackearla, luchando bastante hasta con nuestros compañeros para habilitar algunos temas. Y eso llevó esfuerzo, pero nos constituyó como grupo y a partir de ahí ha sido un camino siempre centrado en la vivienda colectiva y la domesticidad.
Martín – CH: Colectiva Habitaria tiene un carácter multifacético. Hay un foco muy fuerte en la investigación en la colectiva con investigaciones propias que están radicadas en institutos de investigación con un marco académico por detrás. Por otro lado, también hay proyectos territoriales que son trabajos concretos en comunidades. También está la docencia, workshops, talleres, congresos y publicaciones. Luego llevamos a cabo acciones directamente en la vía pública y concursos como un canal para bajar lo que nosotros pensamos, teorizamos e investigamos que tiene espacio, forma y materia.
Lupe – CH: Un eje transversal de todo nuestro pensamiento es poder romper los límites binarios. Detectamos estos límites entre espacio público y espacio privado. Esto conlleva una reflexión previa acerca de qué implica manejarnos en esto en términos binarios, que muchas veces también son jerárquicos y no sólo entre espacio público y privado, sino también entre espacios productivos y reproductivos, entre relaciones de género, entre el ser humano y la naturaleza. Queremos desarmar estas lógicas, repreguntarnos todo y romper con los binarismos de la ciudad y la casa, lo público y lo privado, lo urbano y lo doméstico.
También está esa necesidad de hacer de la ciudad una casa. Aunque trabajamos en el eje de la vivienda colectiva, nos interesa entender que muchas acciones que se hacen en un espacio privado sí pueden empezar a pasar en el ámbito colectivo o público. Vivimos en una lógica cada vez más enfrascada en cuanto al espacio en nuestra propia vivienda y con esto se invisibiliza muchas de las cosas que pasan puertas adentro de la vivienda, que son, en general, las tareas reproductivas, las tareas domésticas. También está muy relacionado con las violencias de género; muchas situaciones que pasan en el interior de los hogares quedan invisibilizadas.
Y en relación a las tareas domésticas, que sabemos que están feminizadas, al romper ese binarismo se trata de darles visibilidad y de que no quede en una acción que recae en las mujeres. El hecho de hacer esto implica también colectivizar las tareas reproductivas y llevarlas a un ámbito comunitario y urbano para que no quede en la acción individual privada. Todas nuestras líneas de acción tienen que ver con colectivizar estas tareas reproductivas, romper este límite y tratar de llevar esa domesticidad, reflexionando sobre qué es y qué implica, al espacio urbano.
Martín – CH: En estos conceptos que siempre nos interpelaron vamos a la definición básica del diccionario sobre el verbo domesticar que es “hacer tratable a una persona o un animal que no lo es”; o sea, que está afectando a un sujeto. Nosotros queremos trabajar con esta hibridación entre lo público y lo privado, entre lo urbano y lo doméstico. Entonces encontramos que no había un verbo en particular de cómo un objeto o un espacio toma esta cualidad de lo doméstico, la acción de transformar un objeto o una cosa para que adquiera este carácter. Nos interesaba el verbo mestizar, que es cruzar cosas diferentes, razas diferentes, mezclar culturas o estilos culturales diferentes. Y acá aparece este nuevo término híbrido entre ambos, que es “domestizar”: la acción de dotar a un espacio de la cualidad de doméstico y mestizo de intercambios, término para definir la acción de transformar un objeto, una cosa para que adquiera un carácter doméstico que se convierta en un lugar que posibilite el desarrollo de actividades colectivas, que potencien las relaciones humanas, que enriquezca los espacios al eximirlos de su función de meros lugares de paso o circulación. El resultado es un espacio doméstico acogedor, de mezclas culturales, donde a la gente le gusta detenerse a realizar alguna actividad.
Miguel LA ESCUELA___: Fue un placer escuchar a Colectiva Habitaria, porque efectivamente hay muchos temas comunes. El primero es el interés en el espacio público. Me gusta mucho esta idea de plantear las lógicas no binarias asociadas usualmente a temas de género; también a dicotomías como espacio público y privado. Resonó mucho la idea de hacer de la ciudad una casa porque pienso que en LA ESCUELA___ también lo que buscamos es hacer de la ciudad una escuela y por eso definimos a LA ESCUELA___ como una plataforma conducida por artistas para el aprendizaje radical en el espacio público. Es una plataforma para pensar y activar la educación desde distintos lugares y contextos. Por eso explico el proyecto como plataforma en línea, que se completa con las intervenciones de sus integrantes, como por ejemplo estas ideas que aparecen como extensión de nuestra identidad visual: “LA ESCUELA___ Listens to expand Knowledge” o “LA ESCUELA___ activa la imaginación política”. Estas son diferentes ideas que provienen de investigaciones en curso por lo que llamamos el profesorado. A partir de proyectos formativos en sitio, proyectos formativos en línea, y proyectos editoriales, se crea esta propuesta para activar y pensar la educación como proyecto colaborativo entre artistas y como proyecto artístico en sí mismo. La identidad gráfica se hizo en colaboración con Sheroanawe Hakihiiwe, un artista yanomami en Venezuela y son dibujos que rotan al igual que las ideas que construyen LA ESCUELA___.
LA ESCUELA___ reproduce la estructura tradicional de un campus universitario con aulas, laboratorios o auditórium, mientras juega y subvierte estas dinámicas. Es un proyecto desarrollado en colaboración con la Fundación Siemens Stiftung. Para explicar un poco cómo surge LA ESCUELA___ -y también sus ideas alrededor de la educación en espacio público- voy a explicar este proyecto que realicé con Siemens Stiftung a principios del 2020. Estábamos en México en Espacios Revelados, un programa que ha venido haciendo Siemens Stiftung en diferentes ciudades de Latinoamérica, transformando espacios abandonados y activándolos con distintas programaciones artísticas, culturales y comunitarias. Allí propusimos Monumentos Horizontales, construimos una réplica en escala 1:1 del monumento en Benito Juárez, en la Plaza de Guadalajara e invitamos a un grupo de estudiantes de arquitectura y de artes a tener una clase en este espacio público para discutir el rol de estos objetos en la ciudad e imaginar nuevos tipos de monumentos posibles. El espíritu del proyecto era no sólo la contraposición del monumento horizontal contra el vertical, sino también la contraposición de un monumento para una sola persona, frente a un nuevo monumento alrededor de un grupo personas reunidas en asamblea. El concepto del proyecto era encontrarnos y decidir qué hacer con este gran tótem; básicamente era tener una discusión sobre y desde el espacio público, para pensar creativamente monumentos, ciudad y proyectos urbanos desde la acción en sitio. En el transcurso de la performance se decidió llevar el monumento a un parque cercano, donde niños que estaban en la zona empezaron a saltar y a activar el monumento hasta convertirlo en un parque de juegos. No estaba diseñado para saltar, de hecho se empezó a romper, pero esto es uno de los temas que nos interesan del aprendizaje en el espacio público: entender no solamente el tema de escala, materialidad, construcción, sino también las implicaciones sociales y políticas de estos proyectos que ocurren o existen en el espacio público. Así como la apertura, integrar también a más personas, en este caso los niños quienes sin ser parte inicial del proyecto fueron ellos quienes terminaron dando una “lección.”
Esta apertura que existe en los proyectos fuera del aula es el corazón de LA ESCUELA___. Entre los distintos programas están los espacios que llamamos aulas, donde invitamos a artistas a trabajar en colaboración con instituciones, universidades, comunidades y desarrollar proyectos para el aprendizaje situado.
Quisiera presentar ahora un panorama general de los programas de LA ESCUELA___. Los laboratorios son proyectos similares a las Aulas pero ocurren en línea e integran personas desde distintas partes de Latinoamérica. Tanto las aulas como los laboratorios no son proyectos de formación instruccional, sino proyectos de co-creación bajo la idea de educación como arte, son proyectos artísticos a la vez que formativos.Todos los programas son abiertos y gratuitos, que es un gran interés de la escuela, no solamente entender el espacio público como contexto, sino también las implicaciones y atributos de lo público y especialmente la educación pública.
El gran interés de LA ESCUELA___ es vincular el aprendizaje a las realidades sociales de los contextos para aprender y actuar sobre ellos. Esto es una práctica que se ha venido desarrollando en Latinoamérica, no solamente en ejemplos icónicos como Ciudad Abierta, sino también por artistas, investigadores, pensadoras y pensadores, como por ejemplo Augusto Boal, un artista trabajando en las artes escénicas con propuestas como El Teatro del Oprimido, un proyecto comunitario de aprendizaje enfocado en la transformación social a través de metodologías experimentales de vocación emancipadora. Como Augusto Boal, hay muchísimas referencias en Latinoamérica y eso lo que nos interesa empezar a tejer; rescatar estas exploraciones en LA ESCUELA___; crear un archivo vivo de todas estas prácticas y metodologías de aprendizaje en el continente. La lista de lo que llamamos Emeritus son profesores imaginados de la escuela, que no son otra cosa sino casos de estudios y referentes claves para hablar de educación en Latinoamérica.
Además de entender referentes directos en la educación, también nos interesan todas las prácticas sociales, activistas,y de colaboración, son siempre proyectos que coinciden en el aprendizaje, son todas prácticas educativas. Estas son las referencias de LA ESCUELA___ y hoy en día nos interesa no solamente visitarlas en la historia, sino también desarrollar proyectos con todas las personas que actualmente están trabajando en estos temas. En los espacios editoriales tenemos secciones como los mapeos que son cartografías de estas prácticas en el continente. A través de distintos textos comisionados, conversaciones, y ensayos se teje este cuerpo editorial junto a los programas artísticos y formativos. Vemos a LA ESCUELA___ como una plataforma de escuelas para pensar la educación y activarla en el espacio público de manera participativa, colaborativa y experimental.
Finalmente, contamos con una figura que llamamos guest scholars, invitadas o invitados académicos, que nos acompañan en la curaduría del proyecto, en la selección de artistas e investigadores de cada semestre. En el primer semestre por ejemplo fueron Renata Cervetto y Mônica Hoff. Pienso que es uno de los roles más importantes en la escuela, que ha permitido que crezca orgánicamente, y que no sea una visión única, sino muchas ideas en movimiento.
UPon: Tanto Colectiva Habitaria como LA ESCUELA___, con sus iniciativas deconstruyen o decolonizan dos instituciones profundamente enraizadas en la modernidad de la sociedad. Una es la vivienda, o sea, todo lo que incluye el hogar, la familia y otra la escuela. Por lo que estuve leyendo acerca de sus proyectos, con esto reaccionan a un tipo concreto de transferencia de conocimiento. Miguel, vos lo mencionas explícitamente en tu ensayo La Escuela Desnuda. Quizás puedan contarnos cuáles son los déficits concretos, las contradicciones, los hermetismos o incluso las violencias que detectaron en prácticas contemporáneas de formar y de investigar con las que se toparon y qué métodos desarrollan para modificar esos hábitos educativos.
Miguel LA ESCUELA___: LA ESCUELA DESNUDA para mí es el origen de LA ESCUELA___. Es un texto que articula experiencias personales con reflexiones sobre arte y educación en el contexto de la pandemia. Yo estudié arquitectura y luego me convertí en artista, básicamente por mi práctica docente. La primera vez que estudié formalmente arte fue en Estados Unidos y fue muy impactante ver cómo las universidades replican el modelo institucional del mercado del arte, de las galerías, de los museos, de la caja blanca y le da la espalda a todo el movimiento que desde los ´60 – ´70 han venido desarrollando como modelos alternativos de creación, fuera y en oposición a estos espacios. LA ESCUELA DESNUDA se propone como una metáfora arquitectónica. Es un edificio sin paredes para acercar la educación a las realidades sociales en los contextos específicos, para aprender y contribuir desde y sobre estos contextos -a partir de allí el interés en el espacio público-.
Natalia CH: Yo creo que en nuestro caso la crítica a la vivienda y la crítica a la institución educativa, en este caso a la universidad, van bastante de la mano.
Sí, al armar este tipo de seminarios o este tipo de talleres intensivos dentro de la currícula de estudios nos encontramos también con mucha violencia y resistencia de parte de los altos cargos jerárquicos de la universidad, donde venían a decir: ¿qué significa esto del género dentro de la arquitectura? Una cantidad de frases que tenemos guardadas y que son realmente muy terribles y angustiantes y que, por suerte, no nos limitaron. También veíamos que los estudiantes se entusiasmaban, se motivaban, empezaban a hablar de otros temas, a leer otras bibliografías, a pensar de otras formas, a poder abrir de a poco el imaginario de posibilidades.
Víctor – CH: Sí, y sumaría en términos de estrategia, que eso también nos llevó a nosotras estudiar más. De hecho, me acuerdo de un caso de una estudiante que resistió y quiso realmente trabajar este tema de la perspectiva de género en la arquitectura. Lo que le decíamos era: vos tenés que ir con todo muy bien argumentado y trabajado. Y nosotras trabajábamos para que ella pudiera ir a un jurado y que no la mataran. Y se sacó un diez finalmente. O sea, la exigencia sobre estos temas nuevos y experimentales es que hay que hiper argumentar para que la otra persona se quede un poco más tranquila de que es un tema de arquitectura y que simplemente que se está sumando una nueva perspectiva.
Lupe – CH: Las escuelas de arquitectura tienen una lógica muy verticalista y muy patriarcal. Quizás cuando éramos estudiantes notábamos incomodidad, pero no lo podíamos deconstruir. Y luego estando ahí como docentes apelamos a una pedagogía diferente. Enseñar arquitectura en todo caso es una conversación y nosotros estábamos muy acostumbrados a que en la escuela de Arquitectura venga un profesor y nos diga cómo tiene que ser el proyecto. Además, los referentes que estudiamos siempre son arquitectos varones, así como la plantilla de docentes está compuesta en su mayoría por varones.
Deconstruir absolutamente todo desde la vivienda es repreguntarnos por qué las cosas se hacen así y llegar a un proceso de diseño que sea una co-construcción. Creo que ahí hay una lógica muy diferente a la que estudiamos nosotros, que tiene más que ver con hacer con otros y acompañar un proceso más que explicar o imponer una idea. Y esas pequeñas cosas son las que queremos subvertir. En un montón de cosas se ven esas violencias y pensamos que hay otras lógicas mucho más horizontales. La estrategia viene por ahí, más allá de los contenidos.
Miguel LA ESCUELA___: Cuando estaban hablando de estos proyectos e investigación de vivienda colectiva en un momento Martín mencionó la necesidad de materializar ese discurso en estrategias arquitectónicas. ¿Cómo se cruza esto con posibles proyectos formales de arquitectura construida, proyectos más allá también de las acciones efímeras y de qué manera efectivamente bajas esto a forma y estrategias proyectuales.
Martín – CH: Es muy buena pregunta. Creo que le podemos dar dos enfoques para responderla. Por un lado, damos una serie de seminarios y talleres donde un ejercicio es ficcionar. A veces es muy difícil que un deseo o un imaginario acerca de dónde querés vivir, cómo querés vivir, lo puedas llevar a cabo por un montón de variables que te empiezan a censurar y te empiezan a bajar la ambición de lo que podría llegar a ser. Pero, si dejamos crecer ese deseo, esa pulsión, y proyectamos sin limitaciones, hace que se genere la tensión de un escenario súper ideal, quizás utópico. Entonces, cuando nosotros ficcionamos desde el deseo y especulamos para generar un escenario nuevo, ficcional, lo hacemos desde ese lugar, para que podamos tener deseos nuevos y no arrancar desde la cohibición. Lo trabajamos así para alimentar el imaginario. Por otro lado, que es más la materialización directa, estamos trabajando ahora en un proyecto que es un hotel trans.
Víctor – CH: Por suerte para nosotras nos han llegado oportunidades donde podemos materializar, como por ejemplo el Hotel Gondolín, que es un hotel referente único, porque vincula vivienda colectiva con el colectivo trans travesti. Nos llaman por algo muy político, sobre todo porque políticamente pensamos la arquitectura diferente y eso es nuestro gran diferencial. No somos únicas en esto, pero hacemos un aporte a nivel local. Conservamos la estrategia del deseo, las estrategias de la escucha, las estrategias de la empatía y nuestras estrategias de aplicación de nuestras lógicas postdomésticas todo el tiempo.
UPon: Sé que ustedes están en un proceso de investigación y de replanteo constante, pero ¿cómo define hoy Colectiva Habitaria un hábitat inclusivo y feminista? ¿Cuáles son los puntos que hay que considerar en el momento de planearlo?
Natalia – CH: Es una pregunta difícil de responder brevemente y de una sola forma. Una de las herramientas que usamos para proyectar o para ficcionar es una lista de categorías tradicionales, domésticas, o categorías tradicionales de proyecto, que, por lo general, siempre son contrapuestas y binarias. En contraposición tratamos de armar unas nuevas categorías postdomésticas, en donde ya no son dos ni se contraponen, sino que son abiertas y simultáneas; por ejemplo, en día/noche, incluimos las variables de tiempo, transiciones, secuencias. ¿Cómo incluir estas categorías de lo político, del deseo, de la ficción para generar espacios desjerarquizados, espacios flexibles, espacios apropiables? Y siempre tratando de llevarlo a un hábitat que también incluya a otras especies, que esté pensado para otros sujetos. Se trata de pensar en la diversidad de sujetos, cuestionar cómo son las normativas y por qué, para empezar a pensar en otras variables.
Lupe – CH: En esta cuestión inclusiva y feminista creo que es bueno tener muy presente las cargas simbólicas que tienen los espacios que habitamos, así como la perpetuación de roles de género que implica la vivienda por excelencia, pero la ciudad también. Sabemos que la vivienda ejerce un rol clave en la invisibilización de los trabajos reproductivos. Por eso vemos el potencial político en transgredir estos límites. Entonces, hay que tener todo el tiempo presente esta dicotomía entre lo reproductivo y lo productivo para tratar de romperlo. Y creo que es fundamental poner los cuidados en el centro y estar atentes a ver si con alguna acción estamos perpetuando un rol de género.
En esta categorización de los espacios de una vivienda están los lugares principales y los de servicios. La cocina es un lugar de servicio en la casa. Es un lugar de trabajo también, pero es un trabajo invisibilizado. Entonces, no es menor que repensemos cómo se diseña una cocina y muchas veces una de nuestras propuestas es colectivizar esa tarea, sacarla afuera. Sacarla afuera puede ser hacer una cocina urbana o puede ser en un conjunto de viviendas colectivas que sea un espacio por fuera de esa unidad íntima, donde ese rol se colectiviza.
Y después, en lo que respecta a una ciudad feminista, justamente es una ciudad que nos cuide y que esté atenta a esas tareas cotidianas de cuidado. En general, la ciudad está pensada para la producción, pero no para los cuidados. Y lo mismo para una ciudad inclusiva: no hay una receta, pero implica tener estos conceptos muy presentes para no reproducir roles de género y tratar de romper estas lógicas y que, en todo caso, no quede en una cuestión de género, sino en tareas sociales de la comunidad, del Estado. Se trata de entendernos seres interdependientes y ecodependientes. El paradigma filosófico de lo común como estrategia de resistencia puede unir todos estos conceptos y empezar a fomentar distintas prácticas y formas de hacer ciudades y viviendas diversas.
Víctor – CH: Me gustaría introducir el concepto de simpoiesis, el hacer-con o generar-con, que lo tomamos de Donna Haraway y nos lleva a entendernos como parte de un todo más amplio y „hacer con“ otres. Tanto en proyectos teóricos como proyectos reales, tangibles, entendemos que hacemos con otres y ahí es donde está, creo, la clave de esa sociedad inclusiva: poder tener múltiples voces y la idea de la articulación. A nivel de políticas públicas falta mucho en términos estructurales e institucionales para poder abrazar esa idea de „hacer con“, puesto que siempre es muy piramidal. Hay que cuestionar nuestras bases de pensamiento y transformar el sentido común que le damos a las cosas. Para eso nos sirve este paradigma de lo común, que nos permite imaginar otras cosas, incluir otras voces, pensarnos de otra manera.
UPon: Eso me da pie para la próxima pregunta. Cuando uno lee los textos de Colectiva Habitaria y de LA ESCUELA___, uno reconoce un gran contenido teórico académico atrás de ambas propuestas. Me gustaría saber ¿qué lugar tienen los conocimientos locales, nativos, populares y/o implícitos tanto en LA ESCUELA___ como en Colectiva Habitaria. ¿Cómo es ese diálogo con discursos más académicos?
Miguel – LA ESCUELA___: Hay muchas formas. La primera es reconociendo cuáles son esas voces y cuáles son estos proyectos en una escala más local, más comunitaria, que pueden contribuir a generar otras líneas de pensamiento. Y eso lo hemos venido haciendo con nuestro contenido editorial, que es quizás el espacio más “académico” pero que en gran medida se llena con conocimientos desacademizados. Y la otra estrategia es hacerlo en sitio desde la experimentación con las aulas para dar espacio a saberes locales. Esta es la más compleja, hacer investigación desde una práctica artística y colectiva, integrando estructuras académicas con espacios comunitarios. Pero es también allí donde la aproximación a otras formas de producción de conocimiento se activa de manera más efectiva. El reto es cómo trabajar con una comunidad específica, resolver problemas y aprender juntxs. En Chile, por ejemplo, trabajamos con una comunidad de pescadores, donde su trabajo se ve amenazado por la modernización de la pesca artesanal y la pérdida de espacios para futuras generaciones.
Lo nativo, las comunidades indígenas son un gran tema de interés de la escuela, no solamente en la investigación y en el desarrollo de contenido editoriales; la identidad visual de LA ESCUELA___ está desarrollada en colaboración con Sheroanawe Hakihiiwe, artista yanomami venezolano. En conversaciones con Cecilia Vicuña ella mencionaba que muchas de estas prácticas sociales, participativas, performativas, comunitarias cuyo inicio situamos en los movimientos de los ´60 – ´70 cuando el arte sale a la calle, en Latinoamérica realmente tienen su origen más atrás, y están completamente enraizadas en nuestras primeras culturas originarias y nativas. En ello radica su éxito y solidez en nuestras distintas regiones.
Lupe – CH: Yo quería agregar, en cuanto al trabajo que comenta Miguel, que lo estuvimos mirando estos días y nos parece un gran trabajo de visibilización. A veces es difícil porque la información no está tan accesible acerca de esos trabajos con comunidades locales, desde otros territorios más del sur global. Lo veíamos, nos encantó y celebramos el trabajo de investigación y de poner de manifiesto que todo eso existe y que en Latinoamérica hay todo ese bagaje. Muchas veces las referencias que nos llegan son de otros lugares y poner estas referencias de manifiesto nos parece un trabajo excelente. Y eso que decías, Valeria, al principio, que esté disponible, que lo podamos ver, que podamos encontrar y compartir esa información me parece un trabajo súper valioso.
UPon: Si hablamos de “sur global” con muchas comillas, ¿cuál es la relación de Colectiva Habitaria y de LA ESCUELA___ con el Norte en términos de legitimación o emancipación? Miguel, vos hablabas de la entrevista con Cecilia Vicuña, y ella menciona también que muchos conceptos fueron legitimados desde el norte y recién después son valorizados en países latinoamericanos. Quizás pueden contarnos si fue alguna vez tema de conversación o cuál es la posición que tienen.
Natalia – CH: Sí, es una conversación que hemos tenido bastantes veces. Nos genera muchas contradicciones y muchas confusiones también. Pongo como ejemplo este trabajo que estamos haciendo en el Hotel Gondolín: una militante trans nos puso en el lugar de responsabilidad para no repetir lógicas eurocéntricas de cómo se proyecta un espacio. Porque la mayoría de las chicas que viven ahí vienen del norte del país, de Salta y Jujuy, en donde se vive de formas diferentes, completamente diferentes, con costumbres diferentes, donde los espacios son diferentes y eso fue un montón de presión, por un lado, pero nos hizo reflexionar mucho, por el otro. Porque también hay muchas chicas que viven en el hotel y quieren vivir como vive la gente en la ciudad de Buenos Aires. Y entonces si decimos: –Vos vas a vivir como se vive en el norte [de Argentina], porque venís del norte, aunque estés en la Ciudad Buenos Aires, caemos en un lugar paternalista, colonialista. Estamos encontrando las fisuras y los matices para no caer ni en una ni otra lógica.
Por otro lado, tenemos que entender y asumir que nuestra formación entera desde que entramos a la institución educativa hasta la universidad, es eurocéntrica, es privilegiada. Estamos en un lugar de privilegio por haber ido a la universidad, por ser blancos, por estar en ese lugar donde estamos y donde nos ponen también las chicas. Entonces, ¿cómo desarmar todo eso? Es un trabajo que está en proceso.
Víctor – CH: Sumo solo una cosita: nosotras investigamos situadamente acá; o sea, nuestras investigaciones están acá, quien nos pide cosas o con quienes trabajamos están muy situados acá en realidades muy concretas. Nuestra propia formación como colectiva está muy situada, tiene una respuesta muy situada y no es una estrategia abstracta.
Por otro lado, existe Internet, está la información, podemos tener múltiples informaciones y tampoco vamos a bloquearlas. Digo, si hay un referente interesante que nos llama la atención en algún otro lado, lo abrazamos, lo traemos y hacemos la reflexión para que no sea una receta que se copie, sino algo a pensar. Pero mayoritariamente nos interesa visibilizar lo de acá, poder darle valor, porque trabajamos y hablamos de los temas de acá, porque lo que nos mueve está acá y es donde militamos y donde hacemos acciones políticas como colectivo.
Miguel – LA ESCUELA___: Estaba claro que LA ESCUELA___ iba a ser un proyecto latinoamericano, para crear una red de autores e investigaciones latinoamericanas. Reconocer y articular nuestras prácticas es el primer paso emancipador; volver a ver nuestros orígenes, nuestras historias, construir y visibilizar nuestras genealogías. Pero la estrategia ha sido desarrollar un proyecto bilingüe, más que por un tema de legitimación, por un tema visibilización. Recientemente nos invitaron a un proyecto en Seúl, con Seoul Foundation for the Arts donde nos comentaban que el valor de LA ESCUELA___ fue mostrar otras referencias sobre modelos educativos más allá de las conocidas de Europa y Estados Unidos. Ese intercambio es el que nos interesa, no la legitimación. Creemos que estas prácticas ya están legitimadas per se, entonces se trata de equiparar y equilibrar la balanza, de visibilizar el valor de estas prácticas en una escala global. Y luego también sumaría la lección de Colectiva Habitaria sobre los códigos no binarios: tenemos que entender la relación Norte-Sur en códigos menos binarios ya que cada vez más son fronteras más borrosas.
Lupe – CH: Yo creo que es importante dimensionar lo diverso que es el sur global y todo lo que es Latinoamérica. A veces desde la distancia parece todo lo mismo, pero hay una riqueza también justamente por la diversidad de experiencias, de climas, de poblaciones. Y todos nos paramos en un punto intermedio, por eso se trata de tener una visión interseccional.
Miguel – LA ESCUELA___: Sí, yo quería subrayar tu observación porque me parece muy buena, nunca la hemos mencionado en esa conversación y creo que también debería quedar escrito. Efectivamente, Latinoamérica no es un bloque, es muy diversa, es muy compleja y también de ahí el interés de LA ESCUELA___, de poner a Latinoamérica en red, generar conversaciones entre las distintas zonas, regiones y comunidades para que el intercambio comience desde adentro.
UPon: Estamos llegando al final, les hago la última pregunta. ¿Cuáles creen que son los efectos a largo plazo de su trabajo? ¿Y si tienen toda la escuela como Colectiva Habitaria, algún tipo de seguimiento, algún método o una forma de evaluar el impacto de las prácticas que proponen?
Víctor – CH: Siento que a la gente joven es a la que más les llama la atención y, por tanto, hay un impacto en ese sentido, porque eso va a seguir creciendo. Sabemos, por ejemplo, que han surgido nuevos colectivos, sobre todo en Rosario, sobre los que hemos tenido mucha incidencia, mucho acercamiento, a través de seminarios y talleres. También el trabajo del Hotel Gondolín es para nosotras el impacto de nuestro propio trabajo anterior; o sea, nos llaman por quienes somos.
Martin – CH: Yo creo que la comunicación es importante para tratar que estas ideas lleguen a diferentes estudiantes o estudios de arquitectura o gente que trabaja en la administración, ya que eso posibilita que pueda haber un cambio también desde ese lugar. Por ejemplo, estudiantes que después en el futuro quizás tengan un cargo en la administración. Entonces, creo que ahí es importante el trabajo en lo académico, en la formación y que estos temas se toquen. También que se puedan hablar, que se puedan estudiar, porque era un bache. Entonces hoy tenemos por ahí profesionales que están formados, que ya saben de estos temas, que ya pueden hablar de estos temas y que ya lo pueden llevar a la práctica en sus estudios de arquitectura, en la administración pública o donde sea. Así que el trabajo está ahí: dar constancia en la vigencia de los temas actuales, en la contemporaneidad de la arquitectura y en la construcción de la ciudad.
Miguel – LA ESCUELA___: Desde LA ESCUELA___ la clave ha sido la construcción de una comunidad, sentir que las personas entienden la escuela, la transforman, y proponen referencias para expandir la red y los programas. Por ejemplo, hay personas que se nos han acercado para proponer nuevas figuras en la lista de Emeritus. Por otro lado, las propuestas más interesantes de laboratorios han venido de los Open Call. Eso quiere decir que hay una comunidad que entiende los objetivos, conecta con lo que queremos hacer, le interesa el proyecto y es capaz de proponer estrategias para expandirlo y transformarlo. Eso para mí es la mejor medición del alcance, saber que existe una comunidad para habitar y hacer crecer LA ESCUELA___
UPon: La verdad que es súper interesante lo que hacen. Yo sinceramente creo que la educación y el trabajo que están haciendo tiene un potencial gigante, un gran impacto, así que les agradezco por el trabajo que hacen, por trabajar en llevar estos temas a diferentes sitios, diferentes comunidades, diferentes contextos, porque creo que es la única forma en donde va a haber un cambio. El sensibilizar, visualizar, repensar, volver a replantear, deconstruir, o sea, es un trabajo constante.
Charla híbrida con Colectiva Habitaria (Víctor Franco, Natalia Kahanoff, Martín Pego y Luciana Pellegrino), LA ESCUELA___ (Miguel Braceli), Valeria Schwarz y la audiencia de Urbane Praxis
Transcripción y edición: Valeria Schwarz
Traducción al inglés: Daniel Izquierdo
Diseño gráfico: Stephanie Becker
Comunicación: Lorène Blanche Goesele, Tomma Suki Hinrichsen
Esta serie de charlas está financiada por el Departamente de Desarrollo Urbano, Edificación y Vivienda del Senado de Berlín y es parte de la expansión de la red Urbane Praxis e.V.